3.4 o 4 todavía lo estoy pensando. Todos somos bolsas de átomos cargados que caminan por ahí y chocan unas con otras. Sin embargo, mis electrones se han vuelto locos por los suyos esta noche. Las partículas han chocado. Cuando me recomendaron este libro pensé que no iba a gustar, pero conecte con Wes desde el primer capítulo, sus bromas me hicieron reír demasiado, y todo lo que sentía por Jaime era abrumador, pero tierno. Pense que iba a ser de esos típicos libros de deportes en el que los protagonistas se centran en el deporte y poco a poco se van enamorando, pero no sucede aquí porque rápidamente notamos como la "competencia" se acaba. Fue un libro increíble para pasar el rato.