Tenía ganas de leer La corona por varios motivos: conocer con quién se queda Eadlyn y si tiene un cambio en su actitud y ponerle un cierre a La selección. Recuerdo cuando leí La heredera el chasco que me llevé. Todo fue muy rápido, apenas te dejaban conocer a los chicos más que solo un poco por encima (aunque con eso tuve suficiente para tener a mis favoritos) y la protagonista era un poco insoportable, pero el final dejaba con muchas ganas de seguir leyendo este nuevo y último libro. En cuanto a La corona, ha sido todo demasiado rápido y un sinsentido. Todo se sucede demasiado rápido, todo. La actitud de Eadlyn sigue siendo la misma, aunque reconozco que hacia el final cambió y eso fue algo que me gustó. Brice fue un personaje que me gustó y del que me sospechaba algo como lo que se conoce al final. Y la selección fue apresurada. Ya sabía desde el principio con quién se quedaría Eadlyn. Es un libro que se lee muy rápido porque engancha y quieres seguir leyendo, y esos capítulos tan cortos tr invitan a hacerlo. Pero hay muchas, muchas cosas que no me han cuajado y a las que le ha dado una solución no muy acertada, o al menos a mí no me ha gustado como lo ha llevado. Me gustó mucho más la trilogía principal. Tenía mucha más acción y el salseo con las peleas de gatas entre las pretendientas. En La corona es todo un remanso de paz entre los pretendientes y para mi, le faltó mucha chicha. Le doy tres estrellas porque adoro la saga, me encanta Maxon y su mujer, y por los pretendientes, que fueron lo mejor de todo el libro. Reseña completa