El Hobbit ilustrado: Ilustrado por Alan Lee (Biblioteca J. R. R. Tolkien)

En un agujero en el suelo vivía un hobbit. No un agujero húmedo, sucio, repugnante, con restos de gusanos y olor a fango, ni tampoco un agujero seco, desnudo y arenoso, sin nada en que sentarse o que comer: era un agujero-hobbit, y eso significa comodidad. Quizá un 3.5 De pequeña vi las películas de El señor de los anillos y me gustaron mucho. Desde entonces siempre quise leer algo de Tolkien y me decidí por El Hobbit, historia que desconocía (no he visto las películas) y es autoconclusivo. Lo malo con las expectativas es que pueden ser superadas o muchas veces esperas mucho más de lo que encuentras. Eso me pasó con esta historia. Me ha costado horrores meterme en la historia, no sé si por la forma de narrar del autor o porqué, pero esperaba engancharme más y disfrutar de la lectura mucho más. La historia es el gran e inesperado viaje de Bilbo Bolsón que es reclutado por el mismísimo Gandalf para unirse a los enanos que quieren reclamar su reino. A través de todo el viaje tendrán muchísimos obstáculos, metiéndose en un lío tras otro del que tendrán que salir. Bilbo aprenderá y cambiará conforme la historia vaya avanzando, pero mi principal problema de confusión fueron los enanos. No sabía quién era quién, salvo dos o tres de ellos, y en muchas ocasiones me confundía o me hacía perder el hilo. No sé si ha sido lo que esperaba, sí sé que esperaba que me gustase más. En algún momento me pondré con la trilogía de la que sí conozco la historia.